Desde hace mucho tiempo, Francisco Nicolás Gómez Iglesias, o el tristemente célebre «Pequeño Nicolás», hoy no tan pequeño con 26 años sobre sus hombros, no trascendía en imagen y noticias en la prensa española, hasta este lunes cuando distintos medios de comunicación reflejaron el ataque y brutal paliza recibida por parte de tres jóvenes veinteañeros, donde resultó además con la nariz partida por, supuestamente, negarse a hacerse una foto grupal.
Las informaciones conocidas hasta entonces, dan cuenta que la agresión contra el Pequeño Nicolás se registró el domingo cuando se desplazaba por el paseo La Castellana, en Madrid, específicamente a la altura de la número 40 pco antes del inicio del toque de queda y en ese preciso momento, luego de reconocerlo se le acercó un grupo de jovencitos que, según ha declarado, le solicitaron de « malas maneras» se tomara una fotografía con ellos.
Contó el Pequeño Nicolás que como se negó a acceder a esa solicitud debido a la forma en que lo abordaron, los jovencitos lo comenzaron a golpear, hasta que un amigo de Francisco Nicolás alcanzó a llamar a un vehículo de la Policía Nacional que pasaba por allí en ese justo momento, sin embargo ya había recibido unos cuantos golpes en su rostro.
Los funcionarios policiales persiguieron a los atacantes de Francisco Nicolás, logrando detenerlos y trasladarlos a la comisaría del distrito Salamanca, mientras esperan las disposiciones legales para enfrentar el delito de lesiones personales, mientras que el joven agredido fue trasladado al Hospital Universitario de La Princesa, donde le ha tocado pasar la noche.
Triste y en shock
Luego del suceso y ya en casa, el pequeño Nicolás ha declarado a distintos medios de comunicación sentirse «muy triste y en shock», porque asegura que no sabe por qué ha ocurrido esta agresión en su contra.
Desde allí y en cama, el Pequeño Nicolás contó que en el momento en que iba con uno amigos por La Castellana, un grupo de jóvenes le pidieron de malas maneras una foto » a gritos y empujones, cogiéndome del brazo y ante esa actitud me negué», luego vinieron los golpes y la nariz partida, relató y dijo que otro de sus amigos tenía heridas en la cara y el labio partido.
También expresó que «menos mal pasaba por el sitio la Policía y al final se los llevó detenidos a los agresores. La Policía se comportó de 10 y los médicos de igual forma, pero no le encuentro sentido, todo por una foto», comentó. Explicó además que, al igual que tenía la nariz fracturada, se sentía «mentalmente afectado » por no entender lo ocurrido aún.
Una vida de estafa
Con su rostro aniñado, bien vestido y una característica verborrea, Francisco Nicolás, un hijo de familia clase media, nieto de militares y muy acicalado, a los 15 años comenzó a frecuentar la agrupación del PP en Chamartín, donde estaban afilados sus padres. De allí empezó a tener acceso a diferentes figuras relevantes del partido.
Emulando ser una especie de «celebridad», era fácil verle bien ubicado en actos con empresarios y políticos, se tomaba fotografías con ellos, las cuales utilizaba posteriormente para acreditarse supuestas influencias.
Inexplicablemente nadie sabía de dónde había salido ese jovencito de rostro aniñado, ni de quien era amigo, pero evidentemente le seguían la corriente, por si acaso fuese verdad lo que contaba.
En una oportunidad, la madre del, para entonces, Fran, María del Carmen Iglesias, reconoció haberlo inscrito en un colegio elitista, » porque queríamos que hiciera amigos importantes» , explicó «y él se lo tomó al pie de la letra», reconoce además el propio Fran .
Alegó además que lo mandaron al colegio El Viso » donde todos eran ricos, menos yo, que era pobre» y a partir de allí se dijo asimismo, » tengo que tener el nivel de vida que me corresponde».
A sus 15 años ya era director de una discoteca light a la que cada semana acudían entre 800 y 1000 jóvenes, en su mayoría hijos y nietos de gente influyente y comenzó a manejar dinero.
Luego lo fichó la fundación FAES, con el objetivo de que atrajera a los jóvenes de su edad, lo que le funcionó como una catapulta. Expresó que a partir de allí conoció a José María Aznar, Ana Botella, Juan Miguel Villar Mir, Emilio Botín y a todos los empresarios «habidos y por haber», según relató el año pasado.
Según cuentan fuentes del Ayuntamiento de Madrid, el » Pequeño Nicolás» comenzó a solicitar dinero a terceros a cambio de servir de intermediario para la concesión de licencias. Sus andanzas llegaron a oídos de algunos altos mandos del partido y de inmediato cortaron cualquier relación el «inocente».
En el 2014, Francisco Nicolás Gómez Iglesias, con apenas 20 años fue detenido por presunta falsedad documental, estafa, y usurpación de funciones públicas, por mencionar algunos delitos.
Se convirtió en un joven que, de acuerdo a los medios de comunicación, se había introducido en las altas esferas con un poder impropio a su corta edad.
Hasta ahora, nadie entiende cómo logro adentrarse en un submundo y engañar a todo el mundo durante los años en que construyó su mentira, ni siquiera la magistrada del juzgado de instrucción número 24 de Madrid que sigue el caso.
En la última década Francisco Nicolás, ha acaparado la atención noticias en la última década, no por buenas obras precisamente, sino por estar inmiscuido en asuntos turbios en relación con espionajes policiales, la política, la realeza y los tribunales
Hoy a sus 26 años y estudiante de Derecho, en enero de este año decidió darse un retoque estético de «masculinidad» en su mentón con un resultado rejuvenecedor, gracias a las inyecciones de ácido hialurónico de manos del experto cirujano Angel Martín en la Clínica Menorca, donde en tan solo 5 minutos y sin anestesia se le redujo la zona de la papada y se afinó el mentón, intervención que se observó a través de la cuenta en Instagram del cirujano @dr.ángelmartín.