La comida mexicana es una de las más características del planeta. Se distingue por su variedad de sabores, sus colores, especias, múltiples salsas, el uso del maíz y el picante. Sin embargo, muchas veces hay platos con alto contenido de grasa que pueden interferir con la dieta de personas que quieren comer más sano sin perder el sabor tradicional y propio de la gastronomía azteca.
Afortunadamente, se pueden preparar platos de la cocina mexicana sin renunciar a sus características elementales de condimentos y explosión de sabores solamente con sustituir algunos ingredientes.
La leche
Muchas recetas mexicanas como la horchata, el budín tabasqueño, la crema de chaya, las tortas de leche y las sopas de aguacate llevan leche. Para los intolerantes a la lactosa o quienes deseen ingerir otros ingredientes, pueden usar algunos sustitutos.
Se pueden usar leches ligeras de origen vegetal en sustitución de leche de origen animal. Estas son las leches de almendras, soja, arroz, nuez o avena. Estas se hacen remojando en agua toda la noche los ingredientes, procesándolos y tamizando el líquido.
Si se desea agregar más consistencia con una leche más espesa, la leche de coco es la opción. Puede comprarse en envases o hacerse en casa licuando el coco en agua caliente y enfriando la preparación para separar la grasa de la leche en sí. Es ideal para sustituir la leche de vaca y dará unas notas olfativas exquisitas a las preparaciones.
El pan rallado o molido
El budín de camote, la carne moldeada, las frituras de atún a la diabla y las espinacas con garbanzos son platos mexicanos que llevan pan molido o rallado. Quienes deseen agregar fibra a su alimentación o sacar el gluten de las recetas, pueden usar avena.
La avena es maravillosa para la salud porque tiene fibra, minerales y es muy sabrosa. Además, posee un sabor neutro que puede usarse en todo tipo de recetas como sustitutos del pan molido u otras harinas.
La mayonesa
Variadas recetas propias de diversos estados mexicanos llevan un alto contenido de mayonesa. Se puede mencionar el rollo de papa y atún, el cóctel marino, los elotes con mayonesa y chile y la ensalada de locos.
En todas ellas, un buen sustituto de la mayonesa es el yogur griego que tiene más proteínas, minerales y mucha menos grasas. Los sabores no varían y se puede comer comida mexicana típica sin renunciar a los platillos saludables.
El azúcar
Es una polémica discusión la adición o no de azúcar procesada a muchas recetas mexicanas. Tal es el caso de las gorditas con azúcar, las galletas azucaradas y las donas. El piloncillo, la miel y la pasta de dátiles pueden ser sustitutos más sanos que el azúcar blanco.
Pese a que el piloncillo proviene también de la caña de azúcar, ha sido sometido a menos procesos industrializados y resulta más fácil de digerir. Pero, ten cuidado porquel contenido calórico es el mismo. No así los dátiles poseen menos calorías (en proporción con el azúcar).
Mantequilla o margarina
El chili con queso, los rollitos picantes, los burritos, las quesadillas y las magdalenas, entre otros muchos platillos mexicanos llevan gran contenido de mantequilla o margarina. Esta puede sustituirse (de acuerdo a la receta) con aceite de maíz, oliva, aguacate y bananas machacadas (para los postres).
Todos los sustitutos tienen menos calorías y son grasas más fáciles de procesar por el organismo.
Tortillas de trigo
Forman parte de la gastronomía mexicana. Pero, hay estómagos más sensibles que otros. Las personas con enfermedad celíaca o con TEA tienen intolerancia al gluten presente en el trigo. Sobre todo, las primeras para quienes este ingrediente es fatal.
Las tortillas de maíz pueden sustituir en casi todas las recetas a las de trigo a la vez que son más fáciles de digerir para mucha gente.
Café negro
Todo México despierta con el olor del café, pero este es un poderoso estimulante. Para quienes sufren de insomnio o ansiedad, un buen sustituto es el té verde que, además de exquisito, es energizante y posee propiedades antioxidantes.