El sabor del ahumado se combina con el del picante en un ingrediente único. El chile chipotle es irresistible, viene de México y ahora se disfruta en cualquier parte del mundo.
El chile chipotle es un ingrediente básico de la cocina mexicana, muy versátil y delicioso. Los chiles chipotles no son una variante del chile en sí, sino unos chiles preparados con un método específico de cocción: se dejan madurar hasta que tengan un color rojo intenso, luego se secan y se ahúman, obteniendo así ese característico sabor que tanto encanta.
Los chiles chipotles son el ingrediente principal en muchas salsas y adobos, además de ser muy útiles a la hora de marinar carnes antes de cocinarlas. Asimismo, le dan un toque picante y ahumado a los guisos, sopas, ensaladas y verduras. Su sabor ahumado es intenso y complejo, recuerda al de las carnes de parrilla.
La capsaicina es el compuesto responsable por el picor del chile chipotle, y este se asocia con varios beneficios para la salud, como un efecto antiinflamatorio, un aumento en la velocidad del metabolismo y un efecto antioxidante, el cual ayuda a proteger a las células de daños. Sus propiedades nutricionales lo vuelven un alimento muy valioso para incluir en una dieta equilibrada.
El sabor único del chile chipotle
No existe un registro exacto del origen del chile chipotle, pero sí se tiene muy claro su naturaleza como alimento ancestral. Las civilizaciones prehispánicas ahumaban los chiles para conservarlos mejor, además de realzar su sabor. Su consumo se fue adaptando a otras regiones de América Latina. Al llegar los españoles, el chile se difundió a través de las rutas comerciales y llegó a Europa.
Entre los tipos de chile utilizados para preparar chipotle, el más común es el chile jalapeño. La idea es que tengan un color rojo intenso, para eso se dejan madurar. Estos chiles se secan al sol o en deshidratadores para crear chile seco, dándole un color marrón oscuro y una textura arrugada. Luego se introducen en cámaras de ahumado que dan como resultado el chile ahumado, o chile chipotle.
El perfil de sabor del chile chipotle es complejo y multifacético, combinando notas picantes, dulces y ligeramente ácidas. El nivel de picor y el grado de ahumado varían dependiendo del tipo de chile usado, el tiempo de ahumado y la receta del adobo: su intensidad es variable. El proceso de ahumado en sí otorga un sabor similar al de la carne de parrilla.
El sabor único y la versatilidad del chile chipotle lo han vuelto muy popular a nivel mundial. La cocina mexicana en sí ha ganado reconocimiento internacional, y el chipotle es uno de sus ingredientes más significativos. No solo se sirve chile chipotle en pequeños locales mexicanos, sino que, incluso, tiene un lugar en la comida rápida: la franquicia Chipotle Mexican Grill ofrece burritos y tacos con una deliciosa salsa chipotle.
Consejos para su uso y almacenamiento
El uso principal del chile chipotle es en la salsa adobo, elaborada con estos chiles, tomate, vinagre y especias. Asimismo, se pueden hacer salsas cremosas licuándolos con crema, queso crema o yogur griego. Es también útil para las marinadas de carnes y mariscos, sobre todo al combinarlo con otros ingredientes como el ajo, el jugo de naranja o la salsa de soja. Además, se pueden moler los chipotles secos para usarlos de condimento en polvo.
Algunos consejos para usarlos en la cocina es retirar las semillas de los chiles chipotles antes de utilizarlos, si es que se desea reducir el picante. Añadir un toque ácido, como el del vinagre o el jugo de limón, también sirve para ocultar el picor. En general, es recomendable añadir chile chipotle poco a poco a las recetas, aumentando gradualmente hasta alcanzar el picante deseado.
Para almacenarlos correctamente, se recomienda guardarlos en un frasco de vidrio hermético, lejos de la luz y la humedad. Para conservación a largo plazo, se pueden congelar en el mismo frasco. En el caso del chile chipotle en adobo, es importante refrigerarlo o congelarlo en el caso de que se cuente con porciones muy grandes.