El vender unas expectativas que no fueron tales, fue quizás el grave error cometido por el Departamento de Exteriores de La Moncloa con respecto al encuentro entre el presidente español, Pedro Sánchez y el presidente de Estados Unidos, Jose Biden en el marco de la Cumbre de la OTAN en Bruselas, cuyo saludo no pasó de los 20 segundos, siendo el bochorno para quienes ofrecieron otros alcances.
La situación causó un verdadero bochorno en Exteriores debido a la denominada «torpeza diplomática», debido a la precipitación de magnificar un encuentro, inflando unas expectativas que, dieron al traste con la realidad y que apenas duró los veinte segundos entre el saludo y un corto paseo entre ambos mandatarios en un pasillo de la Cumbre.
Sin embargo, el despacho dirigido por Arancha González Laya ha sido cuestionado el haber aceptado este formato para el primer contacto entre los dos dignatarios, tras las elecciones de los Estados Unidos de hace más de siete meses en donde resultó Biden el ganador.
Mientras tanto, las redes sociales fueron implacables criticando el «encuentro» de Sánchez con Joe Biden, en tanto que el mandatario español atinaba a decir que no había «cronometrado el encuentro», para responder a las críticas de los veinte segundos que apenas pudieron compartir.
Por este motivo, ha causado cierto estupor que, Washington no haya concedido a Madrid ni siquiera unos minutos para que Biden y Sánchez pudiesen conversar juntos sobre diversos temas en esta Cumbre que se realiza en Bruselas, Bélgica, aunado a la presión mediática y política de que Sánchez aún no haya sido recibido por Biden tras su elección en noviembre pasado.
La situación ha sido catalogada de » anómala e inédita» en las relaciones bilaterales de ambos países aliados de la OTAN y que según un diplomático que sigue los asuntos de la primera potencial mundial, » es el ejemplo de una mala gestión diplomática», descargando la responsabilidad en La Moncloa, que fue la parte que gestionó «la entrevista».