Siempre y cuando se sigan las recomendaciones del médico tratante, la medicina alternativa puede complementar los métodos tradicionales para aliviar el dolor
A diferencia de la medicina tradicional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) entiende por medicina alternativa, todas aquellas prácticas destinadas a mejorar las condiciones de pacientes que no forman parte del protocolo sanitario principal de algunos países.
Dicho de otra manera, la salud alternativa permite el alivio inmediato del dolor, sin incurrir en ningún tipo de riesgo para el paciente, puesto que los tratamientos complementarios (no convencionales) están destinados a mejorar la calidad de vida paulatinamente.
¿Cuáles son las medicinas alternativas?
Al ser utilizadas como soporte ante la terapia convencional, se apoyan en terapias complementarias, entre las cuales, se puede mencionar la acupuntura, el yoga, los masajes, la quiropráctica, la meditación, aromaterapia, tai chi e inclusive la hipnosis, el uso de hierbas y la biorretroalimentación.
Ciertamente, estas prácticas se sustentan en la experiencia, puesto que se ha comprobado la mejoría luego de aplicar los procedimientos. La naturopatía y la homeopatía entran, por supuesto en esta categoría, al igual que las terapias biológicas que contemplan la ingesta de vitaminas y suplementos.
Cómo funciona la medicina alternativa
Hoy en día se encuentra en boga una tendencia que se sustenta en nuevos enfoques sobre la mente y el cuerpo, con la intención de inducir cambios en el comportamiento a través del control mental, en función de impulsar hábitos saludables. Las enfermedades están siendo vinculadas a un origen emocional y la resolución de estos conflictos influye en la mejoría ante múltiples dolencias.
En todo caso, siempre es recomendable contar con el acompañamiento por parte del médico tratante, por ser métodos que no están contemplados en la medicina convencional. Por ejemplo, los pacientes con cáncer han experimentado mejoría al ser sometidos a sesiones de acupuntura, a los fines de atenuar los efectos secundarios de sus tratamientos convencionales.
También hay personas que prefieren seguir métodos naturistas como salud alternativa antes que someterse a procedimientos invasivos o quirúrgicos. Esto implica seguir algunas dietas especiales. Por otro lado, el dolor de espalda y el dolor de cabeza pueden aliviarse con acupuntura, pues se trabaja con los puntos situados en las fibras nerviosas, los cuales dan la orden al cerebro de aliviar sustancias químicas que calman el dolor.
Beneficios de la medicina alternativa
Se han visto casos de pacientes con fibromialgia, síndrome del túnel carpiano, lesiones en los músculos, huesos y en las articulaciones, mujeres en trabajo de parto o personas con artritis que han sentido mejoría apelando a métodos de salud alternativa.
Y es que en Estados Unidos, uno de los países más desarrollados, es común encontrar centros de tratamiento del dolor que utilizan, aparte de la acupuntura, la hipnosis para mejorar el cuadro de pacientes con fuertes dolores por cirugías, cefaleas, entre otras patologías. La fisioterapia y la relajación también son tomadas en cuenta como prácticas alternativas.
De esta manera, la salud alternativa puede concebirse a través de cinco enfoques: terapias biológicas, terapias sobre la base de la energía, sistemas médicos alternativos, enfoque sobre la mente y el cuerpo y finalmente, métodos de manipulación basados en el cuerpo. El uso de alguno de ellos dependerá exclusivamente de las condiciones del paciente, tras recibir una valoración para que el tratamiento no implique algún riesgo en su salud.
Generalmente, las personas a cargo de estas técnicas alternativas cuentan con la preparación necesaria para garantizar resultados, apegándose a protocolos éticos en aras de conducir a la eficacia y bienestar, con la participación activa del paciente.