El uso de los flejes de acero es común en todo tipo de industrias, pues este material asegura una sujeción adecuada para las cargas más pesadas. Un flejado con acero inoxidable es sinónimo de resistencia y durabilidad.
En la industria de la logística se requiere el uso de ciertos implementos para asegurar el correcto almacenamiento y transporte de toda la mercancía. Es necesario embalar y fijar las cajas o paletas, y para ello se utilizan flejes de diversos tipos, dependiendo del requerimiento que tenga la empresa transportadora en específico.
Es recomendable utilizar flejes de acero inoxidable, pues cuentan con gran resistencia, durabilidad y versatilidad. Son tiras delgadas de acero laminado con forma plana, y sirven para sujetar, amarrar y asegurar distintos tipos de paquetes, sin importar si están colocados en cajas o en paleta. Son útiles para embalar una amplia diversidad de productos, sobre todo los más pesados.
Su uso principal es para sujetar paquetes, pero también es posible utilizarlos para sujeción de maquinaria, refuerzo de estructuras, fijación de materiales como la madera, entre otras aplicaciones dependiendo del sector en el que se piense usar el fleje. Es un tipo de fleje barato, razón por la cual es tan utilizado hoy en día en la industria manufacturera en general.
Usos de los flejes de acero inoxidable
Existen diferentes tipos de flejado, pero el de acero es simplemente superior. La razón principal es la resistencia: en comparación a los flejes de plástico, estos son más duros y resisten la abrasión, siendo el ideal para las cargas de mayor peso. Sin embargo, no son tan flexibles debido a su robustez, por lo que no todas las mercancías deben sujetarse con este tipo de fleje.
Los flejes de acero inoxidable se utilizan en diferentes industrias, pues no solo sirven para embalar cajas o paletas. En la industria metalúrgica se utilizan estos flejes para sujetar vigas, columnas, tubos, chapas y bobinas de acero. En sectores donde se usa maquinaria pesada, como el agrícola o el arquitectónico, también es muy común el uso de los flejes de acero inoxidable. Los motores y transformadores se sujetan muy bien con este tipo de flejado.
Los flejes de acero inoxidable se clasifican según el tipo de acero utilizado. Los de acero inoxidable 304 son los más utilizados, pues es un material resistente a la alta temperatura. El acero inoxidable 316 es más resistente a la corrosión por cloruros, mientras que el de tipo 430 es más económico, pero menos resistente. El tipo de fleje se elige dependiendo del tipo de material a sujetar y a los requerimientos específicos.
También están disponibles en varios tamaños. Los espesores más comunes van desde 0,3 mm hasta 10 mm, mientras que el ancho estándar oscila entre 5 mm y 100 mm. A la hora de adquirir los flejes se miden mediante su largo: se suministran bobinas con diferentes longitudes, y la cantidad a comprar depende de las necesidades que se tengan.
Consejos para un flejado correcto
A la hora de adquirir los flejes de acero inoxidable es necesario cerciorarse de que el proveedor cumple con todas las normativas y certificaciones pertinentes. La norma ISO 9001, por ejemplo, es de nivel internacional, y establece los requisitos para un sistema de gestión de calidad. Su cumplimiento garantiza que los flejes pueden utilizarse de manera confiable en diferentes aplicaciones.
La elección del fleje adecuado depende de ciertos factores. Se debe realizar un flejado de acero inoxidable cuando el peso y las dimensiones de la carga son altas, y cuando el transporte se va a realizar en ambientes húmedos. Si la carga es de productos químicos, es ideal el uso de este material para evitar la corrosión de cualquier tipo.
El flejado puede ser semiautomático o automático, dependiendo de la precisión que se requiera en el trabajo. La tensión de flejado debe ser suficiente para asegurar la carga sin deformarla, a la par que se evita el riesgo de que se suelte. Esto depende de la carga, de su peso y de sus dimensiones.