El mundo de las artes en España está de luto. Esto por el fallecimiento del extraordinario humorista Quique San Francisco, quien a la edad de 65 años nos dejó terrenalmente en este marzo de pandemia y desescaladas, a causa de una neumonía bilateral que le aquejaba desde hace un tiempo, dejando a más de uno con una sonrisa desdibujada en su rostro.
Este madrileño criado en Barcelona desde pequeño, se supo ganar el cariño de los españoles con su humor negro, blanco y de todos los colores, dueño de una vida controvertida y de excesos que, finalmente hicieron mella en su vida a lo largo de su carrera.
Niño prodigio
Como reza el refrán: «Hijo de gato caza ratón» y eso fue lo que hizo Quique San Francisco, hijo de los actores Vicente Haro y Enriqueta Cobo, conocida como Queta Ariel y hermano por parte de padre de Vicente Haro Vidal, nacido en Madrid pero su infancia transcurrió en Barcelona, donde estaba residenciado con su madre, quien lo impulsó además a debutar en el cine con tan sólo seis años, luego de participar en alguna publicidad por su particular fenotipo.
En teatro dio sus primeros pasos participando en «El Sueño de una noche de verano», para luego incursionar en el año 1965 en la televisión con el papel protagónico en la serie «Santi, botones de hotel» de Televisión Española, grabada en los Estudios Miramar de Barcelona.
Transcurrió el tiempo y en su adolescencia se alistó en La Legión Española, donde destacó cono francotirador, cumpliendo el servicio militar en Gran Canaria, Regimiento de Tiradores de Infantería «Canarias 50», alcanzando el grado de cabo. Sin embargo no logró reengancharse debido a presiones de la familia.
Ese mismo año, intervino en dos episodios de la serie El Pícaro de Fernando Fernán Gómez de TVE en la cual, según narró el propio actor, tuvo que ser doblado por el también actos José Moratalla, tras el deterioro en que se encontraba luego una tanda de excesos en Ibiza, cuya negativa experiencia lo condujeron a ser más disciplinado en su profesión.
Durante los años 70 y un lustro de los 80, tuvo una carrera cinematográfica muy activa, estando en esa época atrapado por la heroína. Como actor fue señalado de integrar el cine Quinqui, por ser uno de los pocos sobrevivientes de esa época. Participó en las películas dirigidas por Eloy de la Iglesia como «Navajeros» , «Colegas» y «El Pico», en los años 1980, 1982 y 1983 respectivamente, en las cuales dejó su huella imborrable.
Accidente, muletas y más acción
Un accidente de tránsito en octubre de 2002 también marcó su vida, tras ser arrollado por la espalda mientras estaba parado con su moto en un cruce en espera del paso, lo que le produjo fracturas de tibia y peroné que lo mantuvieron en silla de ruedas por varias semanas y luego en rehabilitación con muletas, sin que ello fuera causa aparente para alejarlo de los escenarios. Paralelamente continuó con sus shows humorísticos como «El Club de la Comedia», donde participaba de forma habitual .
En adelante, Quique San Francisco se dedicó en estos últimos años principalmente a la televisión, donde cosechó también éxitos, destacó en su papel de Tinín, en la serie de TVE « Cuéntame cómo pasó» desde 2001 al 2008, cuyo personaje despareció precisamente a causa del accidente de motocicleta.
En el teatro también participó en varias puestas en escena, tales como: Frankie y la Boda en 1965; Los ochentas son nuestros en 1988, La Noche del sábado en 1991, Decíamos ayer en 1997, Entre fuerte y flojo con Pablo Motos en 2004; Hijos de Mamá en 2005, El Enfermo Imaginario (2009) y protagonizó además espectáculos «Francamente…. la vida, según San Francisco en el 2001, Pasen y Beban, La Penúltima y Pesadilla en la Comedia, entre otras.
Asimismo Quique participó en la radio con colaboraciones en No somos nadie, presentado por Pablo Motos en M80 Radio y ha participado en videoclips «El Manager» con Loquillo y Trogloditas; en «Gypsy Funky love me do» con Rosario Flores y Humo y Cristales con La Fuga.
San Francisco, quien sufría de neumonía necrotizante, en el año 2019 aseguró en un programa que su casa la había perdido y que llevaba año y medio viviendo en un hotel madrileño. No tuvo hijos y su relación más publicitada la mantuvo hace varias décadas con la artista Rosario Flores, de quien se enamora cuando rodaron un videoclip.
A finales de 2020 San Francisco también participó personificando a la muerte de manera humorística, en medio de una campaña publicitaria de Navidad de la empresa Campofrío, justamente ambientada en la época de la pandemia .
Este lunes 1 de marzo se conoció de su fallecimiento a causa de una neumonía bilateral en el Hospital Clínico de Madrid, después alrededor de dos meses de encontrase hospitalizado. No se informó si su muerte estaba asociada al coronavirus.