Luego de una controvertida sentencia que lo condena a nueve meses de cárcel por el hecho de haber publicado una serie de tuits en contra de la monarquía y fuerzas de seguridad española, el rapero Pablo Hasél, fue finalmente detenido esta semana, en medio de una ola de comentarios a favor y en contra, además de protestas por su encarcelación.
Las imágenes sobre su aprehensión se conocieron en vivo directo a través de los canales de televisión, los cuales transmitieron los momentos cruciales cuando Hasél era trasladado por las fuerzas públicas este martes desde la trinchera que estableció en la Universidad de Lérida, Cataluña, desde donde fue detenido, tras vencerse el pasado viernes el plazo concedido para su entrega voluntaria, mientras tanto, a las afueras se exhibía una ola de protestas de manifestantes que le respaldaban.
«Muerte al Estado fascista» vociferó Hasél en momentos en que era trasladado por los funcionarios policiales bajo la condenatoria de «injuriar a la Corona y a las instituciones estatales y enaltecimiento del terrorismo» en sus publicaciones en la red social twitter, de acuerdo al fallo legal que lo somete a nueve meses de prisión.
Asimismo en sus tuits arremetía contra la monarquía y los funcionarios de la Policía, calificándolos como «mercenarios de mierda», a quienes además acusó de torturar y asesinar a manifestantes inmigrantes.
¿ Y cómo es él?
Su nombre real es Pablo Rivadulla Duró, tiene 33 años y nació en Lleida. Pablo Hasél adoptó ese nombre artístico, inspirado por un libro de cuentos de la literatura árabe y debutó en la escena subterránea del hip hop en España en 2005 con el tema «Este no es el paraíso y poco a poco se fue adentrando en el rap político.
Esto le ha traído una serie de consecuencias e inconvenientes debido al contenido de sus letras, entre otros sucesos, como el ocurrido en 2014, cuando fue condenado a dos años de prisión por enaltecer al terrorismo, mientras que en el año pasado resultó condenado, sin sentencias firmes, a seis meses de cárcel por rociar el rostro de un periodista con un líquido de limpieza.
También recibió sentencia de cárcel a dos años y medio, por agresión en contra de un testigo durante un juicio contra un agente de la Guardia Urbana de Lérida.
Su padre es el empresario Ignacio «Nacho» Rivadulla, quien fue presidente (2007-2010) de la Unió Esportiva Lleida, un club de futbol de Catalunya, que luego pasó a ser Club Lleida Esportu a finales del año 2000.
¡Que vengan a secuestrarme !
El viernes pasado, Hasél declaró a medios internacionales vía telefónica que no pensaba entregarse a las fuerzas policiales por su voluntad y, al propio tiempo, manifestó en tono de desafío, « tendrán que venir ellos a secuestrarme y servirá para que quede retratado el Estado como lo que es, una falsa democracia» , dijo entonces.
Igualmente espetó en medio de su inconformidad por la decisión judicial, «me encarcelarán con la cabeza en alta por no haber cedido a su terror» , sostuvo.
Tras su detención, Pablo Hasél recibió diversas expresiones de apoyo en Barcelona y Madrid con sendas manifestaciones que contaban con unos 200 artistas aproximadamente, entre ellos el actor Javier Bardem; el galardonado director de cine Pedro Almodóvar y el cantautor Joan Manuel Serrat, quienes además firmaron un manifiesto a favor de Hasél. Se estima que las protestas se continuarán realizando a lo largo de la semana.
Ante la ola de grafitis que sugieren que los jóvenes españoles piensan que, hay serios problemas con la libertad de expresión que están en juego y en rechazo a la decisión y a la ley por la cual encarcelan a Pablo Hasél, por considerar la inexistencia de un encuadre legal de los delitos de expresión, el Gobierno por su parte, se ha comprometido en revisar el instrumento legal.