Independientemente al toque de queda decretado debido a la pandemia del Covid -19, un nutrido grupo de familias atemorizadas por la situación, buscaron buen resguardo en las afueras de sus casas, convirtiéndose en una verdadera «Noche de Perros»
Los habitantes de Granada, principalmente de Santa Fe, Atarfe y Chauchina no pudieron conciliar el sueño tranquilamente este martes y madrugada del miércoles 27 de enero, debido a la serie de vibraciones sísmicas repentinas de magnitud 4,3 y 4,1 en la escala de Richter que se registraron en estas localidades de la provincia autónoma de Andalucía, España, de acuerdo al reporte del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Independientemente al toque de queda decretado debido a la pandemia del Covid -19, un nutrido grupo de familias atemorizadas por la situación, buscaron buen resguardo en las afueras de sus casas, convirtiéndose en una verdadera «Noche de Perros» después del temblor que se percibió con absoluta claridad en la ciudad y gran parte del área metropolitana, la cual cuenta con una población estimada en 500 mil habitantes.
Cámaras de seguridad en diferentes tiendas por departamento reflejaron también el desarrollo de la onda sísmica, situación que perturbó y alarmó a dependientes y compradores nocturnos en Santa fe de Granada, epicentro del seísmo, los cuales ocasionaron daños superficiales en diversos puntos.
La situación de pánico hizo que la gente se mantuviera alerta toda la noche, y tomara medidas como dormir vestidos y con puertas abiertas y, en otros casos, permanecieron al frente de sus residencias, a pesar de considerarse una sacudida «normal» dentro de una zona sísmica.
Terremotos desde diciembre
De acuerdo a la Red Sísmica Nacional de 281 terremotos registrados en la zona afectada desde el pasado 1 de diciembre , un total de ocho han registrado magnitud mayor o igual a 3,0 y 41 de estos temblores los ha percibido la población.
Por otro lado, también se informó a través de la Red Sísmica Nacional que los sismos de mayor fuerza fueron los registrados este martes 26 por la noche con una escala de 4,5 y del sábado pasado 23 de enero, el cual marcó 4,4 de la medición.
La reciente e intensa actividad sísmica registrada en Granada, mantiene a los pobladores en constante alerta y mantienen en sus mentes la interrogante sobre la frecuencia y secuencia de estos terremotos, al propio tiempo se hacen interrogantes sobre si sucederá algo como lo ocurrido en 2010, fecha en la que se registró un seísmo de magnitud 6,3 o como el ocurrido en 1954 cuando un terremoto alcanzó uno de los más altos niveles de 7,8 en la escala de Richter.
Ante esta realidad, la Red Sísmica Nacional ha dicho que, «los terremotos son impredecibles» y que las posibilidades se centran en que haya más réplicas con tendencia a menores cantidades y magnitudes.
Respuesta de la Municipalidad
El Gobierno Municipal por su parte, tiene diseñado un Plan de Acción Municipal Ante el Riesgo Sísmico, una estrategia que data desde 2016 y que tiene relación directa con la capital andaluza.
Este plan que es de dominio público, contempla en líneas generales entre otras cosas, atender las emergencias sísmicas que se produzcan en esa localidad, hacer posible la coordinación de y dirección de los servicios, recursos y medios que intervienen, además de garantizar la conexión con los procedimientos y planificación del referido Plan de Actuación ante el Riesgo Sísmico.
La puesta en marcha del Plan de Actuación Municipal ante el Riesgo Sísmico abarca tres fases y varias situaciones posibles. El primer paso, considerado «Preemergencia», consiste en una «intensificación del seguimiento y la información» a la ciudadanía sobre temblores, que se activa cuando se produce una serie de seísmos que no ocasionan daños materiales ni personales.
Una segunda fase, es la que han denominado «Situación 0» , seguida por la llamada «Fase de Emergencia» , la cual se inicia cuando un terremoto ocasiona daños materiales, víctimas o ambas circunstancias, llevando a cabo medidas ingentes necesarias para el restablecimiento de los servicios públicos que se hayan visto afectados, ofrecer además socorro y protección a posibles víctimas en estos casos.
En tanto que, una tercera fase del Plan se refiere al desarrollo de una estrategia de normalización, tras la emergencia presentada y que se extenderá hasta tanto existan las condiciones mínimas en las zonas afectadas.