Contrariamente a lo que algunos pueden pensar, las tarjetas de visita no son un vestigio del pasado. Siguen siendo herramientas valiosas a la hora de elaborar una buena imagen corporativa, pues su impacto visual genera una importante reacción en el contacto o cliente que las recibe, por eso, es esencial diseñarlas de la manera correcta.
En la actualidad, el impacto visual juega un papel importante en la imagen corporativa de un particular o de una empresa. Dar una buena primera impresión es esencial para captar clientes y potenciar la marca de una manera positiva. Como se suele decir, “no hay segunda oportunidad para una primera impresión”, de manera que este dicho es también aplicable al mundo empresarial
Un factor importante para dar una buena imagen es contar con una tarjeta de visita de calidad, que sea estéticamente agradable. Y es que este pequeño objeto ha sobrevivido a la revolución digital, por lo que hoy en día sigue siendo una de las mejores opciones para dar información personal y profesional, a un cliente o socio de negocio.
Existen tarjetas de plastico, así como las que son de cartón, o también las autoadhesivas. Las primeras destacan por ser más duraderas. Las tarjetas de visita suelen durar mucho tiempo en las carteras de las personas, por lo que hay que fabricarlas con un material duradero, que además, proporcione colores e imágenes nítidas.
Para la imagen corporativa es necesario desprender calidad en todos los aspectos. Una buena tarjeta de visita, hecha con buenos materiales, le hará ver al cliente que la empresa verdaderamente pone énfasis en el acabado de sus productos. Esto se puede traducir en más ventas y un mejor rendimiento financiero.
Son la primera impresión que recibe el cliente
Las tarjetas de visita han sobrevivido al paso del tiempo. Y es que tecnologías como las redes sociales de uso empresarial (tipo LinkedIn) no han podido reemplazar a esta útil herramienta, que hoy en día sigue siendo la más utilizada para dar información sobre una empresa o negocio.
El trato personal supera al digital en ciertos casos particulares. Recibir una tarjeta de visita directamente del empresario particular, o de un representante de una compañía, significa un contacto cara a cara mucho más cercano. Esto resulta más efectivo que darse a conocer por internet, en el caso de que lo que se necesite sea conseguir clientes específicos o contactos profesionales.
Tener una tarjeta que represente fielmente los valores personales y profesionales del particular o empresa, es necesario para procurar ofrecer ese trato personal tan necesario en el sector laboral.
De hecho, se catalogan a las tarjetas de visita Valencia prácticamente como la carta de presentación de la persona o negocio, por lo que a la hora de asistir a un evento en el que pueda haber posibles contactos o clientes, será un elemento que podrá abrir la posibilidad de ser contactados tiempo después.
Un diseño adecuado es fundamental
No se trata de tener una tarjeta de visita por tenerla, es importante que la tarjeta verdaderamente exprese lo que es la empresa, en el sentido de sus valores y filosofía. Un diseño que concuerde con lo que representa el negocio, ayudará a que las personas recuerden mejor el nombre, y que asocien el estilo de la tarjeta con la empresa.
En este sentido, la tarjeta de visita es una oportunidad para diferenciarse de la competencia. Un diseño llamativo pero compacto, con los colores corporativos adecuados y un formato correcto, serán clave para verdaderamente destacar frente al resto, un factor ideal para triunfar en el mundo empresarial.
La tarjeta sirve como una manera de dar información relevante a las personas que interesan, de una manera mucho más profesional. Por esto resulta tan importante diseñar la misma de manera correcta, pues un estilo acorde, junto a un material de calidad, será una parte de la empresa que los potenciales clientes siempre llevarán consigo. Es necesario procurar que ésta sea una buena ayuda para mejorar la imagen corporativa del negocio.