Imagina que estás sentado en una terraza de la Plaza Alta de Badajoz, disfrutando de un café mientras el sol de la tarde baña las fachadas blancas. El aroma a pan recién horneado se mezcla con el murmullo de las conversaciones. De repente, un anciano se acerca a tu mesa, con una sonrisa que delata años de historias por contar. «¿Te importa si me siento?», pregunta con voz cálida. Asientes, intrigado por lo que pueda decir. Y así comienza un relato que te transportará por la historia de quienes nos han hecho gritar: España campeones, desde el corazón mismo de Extremadura.
Los pilares de nuestra tierra
Miras al anciano a los ojos y ves en ellos un brillo especial. «Sabes», comienza, «nuestra tierra ha dado a luz a verdaderos campeones. Gente que, con su esfuerzo y dedicación, ha puesto el GRITO de España campeones, en lo más alto». Tomas un sorbo de café, preparándote para escuchar lo que promete ser una historia fascinante.
El legado político de un visionario
«Empecemos por la política», dice el anciano, inclinándose hacia adelante. «Guillermo Fernández Vara, ¿te suena? Ese hombre ha sido más que un presidente para Extremadura, ha sido un auténtico campeón del progreso».
Te cuenta cómo Vara, nacido en Olivenza, se convirtió en una figura clave en la transformación de la región. «Lo vi una vez en la Feria de San Juan«, recuerda con una sonrisa. «Estaba comiendo migas con unos agricultores, discutiendo sobre cómo mejorar los cultivos. Así es él, siempre cercano, siempre pensando en el futuro».
El médico que se convirtió en líder
«¿Sabías que antes de ser político era médico?», pregunta, alzando las cejas. «Dicen que esa vocación de servicio nunca lo abandonó. Su lucha por mejorar la sanidad en Extremadura ha sido incansable«.
Te habla de cómo Vara impulsó la construcción de nuevos hospitales y la modernización de los existentes. «Gracias a él, ahora tenemos uno de los sistemas sanitarios más avanzados de España. ¡Eso es ser un campeón!»
El fútbol en nuestras venas
El anciano hace una pausa, tomando un sorbo de agua. Sus ojos se iluminan al cambiar de tema. «Pero si hablamos de campeones, no podemos olvidar el fútbol. Aquí en Extremadura, el fútbol es más que un deporte, es una forma de vida«.
La estrella que brilló demasiado breve
«José Antonio Reyes«, pronuncia el nombre con reverencia. «Aunque nació en Sevilla, aquí lo sentimos como nuestro. Su paso por el Extremadura UD dejó huella».
Te cuenta anécdotas de los partidos de Reyes, de cómo electrizaba al público con sus jugadas. «Una vez, en un partido contra el Numancia, hizo un regate que dejó sentados a tres defensas. ¡La gente se puso de pie y aplaudió durante minutos!». Su voz se quiebra un poco al recordar el trágico accidente que acabó con la vida del futbolista. «Pero su legado vive en cada niño que sueña con ser futbolista en nuestras calles».
El orgullo local hecho jugador
«Y no nos olvidemos de Antonio Sánchez de la Calle«, continúa, con un tono más alegre. «Ese sí que es un producto de nuestra tierra. Nacido y criado en Badajoz, llegó a jugar en Primera División».
Te relata cómo De la Calle se convirtió en un símbolo del Badajoz CF. «Recuerdo un derbi contra el Mérida. Íbamos perdiendo 2-0 y Antonio marcó un hat-trick en la segunda parte. ¡Qué locura se vivió en el Nuevo Vivero ese día! Eso es ser un campeón, llevar a tu equipo a la victoria cuando todo parece perdido«.
La pluma más afilada que la espada
El anciano se acomoda en su silla, preparándose para cambiar de tema. «Pero no solo de fútbol vive el hombre», dice con una sonrisa pícara. «En Extremadura, la cultura y el arte también nos han dado campeones de los que estar orgullosos«.
El poeta que dio voz a nuestra tierra
«Chema Álvarez«, pronuncia el nombre como si fuera un verso. «Ese hombre tiene el don de capturar la esencia de Extremadura en cada palabra que escribe».
Te cuenta cómo, en una lectura de poesía en el Alcázar de Badajoz, Álvarez recitó un poema sobre las encinas y el cielo extremeño. «Cerré los ojos y pude oler la dehesa, sentir la brisa en mi cara. Su poesía es un homenaje a nuestra tierra, una forma de hacernos campeones a través de las palabras«.
La novelista que conquistó España
«Y qué me dices de Inma Chacón«, continúa, con un brillo de orgullo en los ojos. «Esa mujer ha llevado el nombre de Extremadura a las librerías de toda España».
Te relata cómo Chacón, nacida en Zafra, se ha convertido en una de las voces más respetadas de la literatura española contemporánea. «Una vez la vi en una firma de libros en Badajoz. La cola daba la vuelta a la manzana, y ella tenía una palabra amable para cada lector. Así se conquista el corazón de la gente, con talento y humildad«.
Mirando a las estrellas
El anciano hace una pausa, mirando al cielo que empieza a teñirse de naranja. «Pero si hablamos de mirar alto, muy alto, no podemos olvidar a nuestro astronauta».
El extremeño que tocó las estrellas
«Pedro Duque«, dice con reverencia. «Aunque nació en Madrid, su conexión con Extremadura es innegable. Ha sido un faro para la ciencia en nuestra región».
Te cuenta cómo Duque, en sus visitas a Extremadura, siempre ha inspirado a los jóvenes a perseguir sus sueños. «Una vez dio una charla en la Universidad de Extremadura. Habló de cómo se ve España desde el espacio. Dijo que desde allí arriba, todas las fronteras desaparecen y solo se ve un hermoso país unido. Eso es ser un campeón, unir a la gente a través de la ciencia y el conocimiento«.
La voz de los que no tienen voz
El anciano se inclina hacia ti, como si fuera a compartir un secreto. «Pero hay otra clase de campeones, aquellos que luchan por los demás».
El periodista que cambió vidas
«José Manuel González Huesa«, pronuncia el nombre con respeto. «Ese hombre ha dedicado su vida a dar voz a los que no la tienen».
Te habla de cómo González Huesa, desde su posición en la ONCE y Servimedia, ha trabajado incansablemente por la inclusión y la visibilidad de las personas con discapacidad. «Una vez lo vi en una conferencia en Cáceres. Habló de cómo el periodismo puede cambiar el mundo. Dijo que cada historia bien contada es un paso hacia una sociedad más justa. Eso, amigo mío, es ser un verdadero campeón«.
España campeones, legado que perdura
El sol ya se está poniendo, tiñendo el cielo de tonos rojizos. El anciano te mira con una mezcla de orgullo y nostalgia. «Estos son solo algunos de los campeones que nuestra tierra ha dado a España», dice. «Cada uno, a su manera, ha contribuido a hacer de nuestro país un lugar mejor».
Te habla de cómo estos personajes han inspirado a generaciones de extremeños a soñar en grande, a luchar por sus metas. «Porque ser campeón no se trata solo de ganar medallas o títulos. Se trata de dejar un legado, de inspirar a otros a ser mejores«.
El futuro está en nuestras manos
«Y ahora te toca a ti», dice, señalándote con un dedo tembloroso pero firme. «Cada uno de nosotros tiene el potencial de ser un campeón, de hacer que España brille aún más».
Te cuenta cómo, en cada rincón de Extremadura, hay jóvenes que sueñan con seguir los pasos de estos grandes personajes. «En las escuelas de Badajoz, en los campos de Mérida, en las calles de Cáceres, se están forjando los campeones del mañana».
Un brindis por España campeones
El anciano se pone de pie, con una vitalidad que desafía su edad. «Ven», dice, «vamos a brindar por estos campeones y por los que vendrán».
Te levantas y lo sigues hasta el bar más cercano. Allí, rodeados del bullicio de la gente, alzan sus copas. «Por España, por Extremadura, y por todos los campeones que han hecho y seguirán haciendo grande a nuestro país«, dice el anciano.
Mientras brindas, te das cuenta de que has sido testigo de algo especial. No solo has escuchado historias de campeones, has experimentado el orgullo y la pasión de una tierra que no deja de soñar en grande.
Y así, con el sabor del vino en los labios y el corazón lleno de inspiración, te despides del anciano, sabiendo que llevarás contigo el espíritu de estos campeones extremeños que han hecho de España un país aún más grande.
Porque ser campeón no es solo ganar, es inspirar. Y en eso, España siempre será campeona.