La FIFA ha declarado que el caso de Rubiales y Hermoso es una vergüenza. Esto sucede un mes después de que la selección ganara el título mundial en Australia, los ajustes prometidos por la Real Federación Española de Fútbol empiezan a surtir efecto y el «caso Rubiales» llega por fin a su fin.
Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, es sólo una de las poderosas figuras del deporte que se han pronunciado en contra del anterior presidente de la RFEF y a favor de los jugadores.
La FIFA fija posición
Pocos, sin embargo, han sido tan tenaces como Fatma Samoura, Secretaria General de la FIFA y primera mujer dirigente de la organización.
En declaraciones a la prensa, Samoura destacó el valor de la «igualdad» en el juego y criticó la conducta de Rubiales, que consideró «inaceptable».
«Como dirigentes del fútbol, no podemos permitir este tipo de comportamiento en la sociedad ni en el juego del fútbol. Todos los futbolistas deben ser tratados con respeto, y nosotros debemos tratarlos por igual como seres humanos merecedores de nuestro respeto, afirmó.
Además, la Secretaria General de la FIFA se ha referido al «caso Rubiales» como la «mayor vergüenza del mundo del fútbol«, y ha ido más lejos.
Esta saga, que en su opinión fue la mayor vergüenza de la historia del fútbol porque impidió a España disfrutar del éxito de este Mundial, ha llegado por fin a su fin gracias a un acuerdo entre los jugadores, la Federación y el Consejo Superior de Deportes, continuó.
«En la FIFA tenemos un programa para poner el fútbol femenino al nivel que se merece», prosiguió Samoura, que quiso expresar su apoyo a Jenni Hermoso, la víctima de todo este incidente, cuando ya se encontraba en la Cumbre Mundial del Fútbol de Sevilla.